Con la Navidad a la vuelta de la esquina, seguro que ya tienes la agenda plagada de comidas y cenas para despedir el año con amigos, familiares y compañeros de trabajo. A nosotros nos encanta pasar tiempo con los que más queremos, así que entendemos perfectamente que no te apetezca perderte ninguno de estos momentos.
Y como sabemos que luego vienen los propósitos de año nuevo y las dietas hipocalóricas, hemos pensado que quizá sea bueno comer mejor en los últimos días del año para no llevarnos sorpresas después de las fiestas. Por eso nos hemos propuesto compartir contigo este manual para sobrevivir a las comidas navideñas.
Ya te hemos hablado en alguna ocasión de cómo cuidar tu alimentación en Navidad, pero hoy queremos dar un paso más. Y, sin olvidar que a todos nos gusta darnos un capricho de vez en cuando, también podemos hacerlo de la manera más saludable posible. Atent@ a estos trucos:
Presta atención a lo que comes
Reconócelo, algunas veces tú también te dejas llevar. Solemos utilizar expresiones como «un día es un día» o «ya me recuperaré mañana». Pero recuerda que en Navidad los días de excesos pueden ir encadenados, así que lo mejor es prestarle atención a lo que comemos y hacerlo de manera consciente. Como cualquier otro día del año.
Cuidado con los aperitivos
Los aperitivos son el arma secreta de la Navidad y los culpables de que al final siempre comamos más de lo que nos hubiera gustado. Si te toca a ti cocinarlos te aconsejamos que evites las grasas saturadas, que utilices frutas y verduras para darles frescor, que te decidas por nuestro jamón ibérico o por nuestra gama Sano, Sano antes que por otros tipos de alimentos más pesados. Además, es importante que elijas el horneado o la plancha antes la fritura o los rebozados en tus cocciones.
Decídete por alimentos saciantes
En los menús navideños, elige ensaladas de primero siempre que sea posible. Esto te aportará saciedad, menos cantidad de energía que otros primeros platos y mucha fibra. Vamos, lo más parecido a comer en casa. Las legumbres también podrían ser una buena opción.
Las carnes, siempre las más magras
Para nosotros, las carnes son las reinas de la Navidad. Ya sabes lo que nos gustan. Pero está claro que en época de concentración de comidas, lo ideal es elegir las carnes más magras y con poca grasa. El pollo, el pavo o el cerdo son una mejor elección que el pato, el cordero o los cortes más grasos de la ternera.
Decídete por las salsas más ligeras
Si lo que quieres es cuidar tu alimentación en Navidad, las salsas también deben estar en tu punto de mira. Tanto si cocinas tú como si comes fuera de casa, lo mejor es huir siempre que se pueda de las salsas demasiado calóricas. Mejor las que están hechas con yogur o con especias que los aliolis, las mayonesas o las salsas tipo holandesas. Aunque, con moderación, nada debería estar prohibido.
La elección de las bebidas, un punto decisivo
Cuando nos juntamos con nuestros amigos o familiares, es común que elijamos bebidas diferentes del agua para acompañar las comidas. Como decíamos antes, un día es un día. Aquí es importante que recuerdes que los refrescos suelen ser las bebidas más azucaradas y que el vino contiene menos calorías que la cerveza, el ron o el whisky, por ejemplo.
Cuídate en los días libres de tu agenda
Otra buena idea es que decidas qué días vas a darte un homenaje y cuáles deberías cuidar más tu alimentación. Cuando no tengas comidas extraordinarias, intenta consumir alimentos menos calóricos cocidos, a la plancha o asados y evita los fritos, los rebozados y los cocinados más pesados.
Sigue haciendo ejercicio
Si tienes tiempo libre, hacer ejercicio es la mejor manera de seguir manteniéndote a raya. Como durante el resto del año. En esta época del año puedes aprovechar para salir a caminar con tu familia, correr con tus amigos o hacerle una visita al gimnasio de vez en cuando. Tu cuerpo lo agradecerá después de todo.
Esperamos que estos consejos te ayuden a sobrellevar mejor la Navidad. Estamos seguros de que se puede disfrutar de las fiestas cuidando tu alimentación. ¡Que aproveche!