Las vacaciones son épocas de relax, viajes, comidas con amigos, playa y descanso. Con las altas temperaturas, las reuniones con familiares y amigos, los horarios de las comidas y las sanas costumbres del día a día habitualmente se abandonan parcial o totalmente. Es por eso, que a muchas personas les surge la siguiente pregunta: ¿qué tengo que hacer para comer sano en verano? Intentaremos darte la respuesta con una serie de consejos.
EVITA EXCESOS
Suena obvio, pero no por ello es sencillo. Las vacaciones suelen asociarse a tardes de “terraceo” con los amigos, fiestas, cenas y comidas fuera de casa, helados en la playa, etc. Siempre nos permitimos más caprichos, y al final nos terminan pasando factura. Por ello, debemos recordarnos que esto debe ser algo muy puntual en nuestra alimentación y que en nuestro día a día debemos evitarlos para cuidar de nuestra salud.
INTENTA COCINAR MÁS
Cocinar no tiene porqué llevarnos horas, hay preparaciones sencillas que nos permiten comer platos saludables, rápidos y deliciosos. Además, para mejorar nuestra alimentación debemos reducir los platos fritos y decantarnos por preparaciones con menos cantidad de grasa.
- Cambiar el chiringuito por comer en casa o llevar tu propio menú a la playa o a la piscina.
- Cambiar ese paquete de patatas a media mañana por una opción natural, saludable como unos bocados de nuestro jamón natural: tostada de aguacate, jamón cocido, berros y nueces o un sandwich de pollo relleno, manzana y aguacate.
- Cambiar las tradicionales croquetas veraniegas por una ensalada de quinoa y pechuga de pollo.
- Evita las comidas copiosas. Debes moderar las cantidades de comida que ingieres cada día y evitar las comidas copiosas. Cuánto más ligeras sean tus menús este verano, mucho mejor para ti. Tus digestiones serán más rápidas, te sentirás menos pesado y te resultará más fácil “sobrevivir” a las olas de calor.
DESPENSA SALUDABLE
Para no olvidar nuestra buena alimentación debemos tener en casa alimentos saludables y tratar de evitar incluir en nuestra lista de la compra aquellos perjudiciales. Si llenamos nuestra despensa de galletas y chucherías siempre nos va a complicar el momento de elegir, por ello nuestra recomendación es que llenes tu cocina de alimentos saludables y evites los alimentos insanos, calóricos y poco nutritivos.
HIDRÁTATE MUCHO. PERO ATENTO A LAS BEBIDAS CALÓRICAS
Es el consejo más repetido para protegerse frente a las altas temperaturas. El verano es la época del año en la que más hay que hidratarse. Para ello, debes incrementar la ingesta diaria de líquidos, preferiblemente agua, aunque también puedes consumir zumos, gazpachos o sopas frías.
Los refrescos azucarados y las bebidas alcohólicas (incluso las 0,0) tienen muchas calorías. Te recomendamos que las evites si quieres comer sano. El calor del verano puede incitarte a consumirlas en exceso para “saciar la sed”.
El sol, el calor y la playa o la piscina no tienen porqué ser una excusa para recurrir a bebidas y alimentos poco adecuados, como los refrescos, los fritos o los helados, sobre todo cuando se abusa de ellos.