Pasado casi un mes desde la entrada en vigor en toda Europa, de la normativa sobre la información de los alimentos y envases que consumimos diariamente. Desde Tello queremos repasar los aspectos más claves de ésta. ¿Qué esperar de esta nueva normativa?

Estas son las claves que vamos a poder ver en todos los supermercados:

– Diseño de la etiqueta: Letra más clara y legible, para ello se aumenta el tamaño mínimo de la letra, así como la unificación de toda la información en el mismo lugar del producto.
– Información nutricional: Este tipo de información, hasta el momento no era obligatoria, pero ahora sí. Debe informarse de las grasas, valor energético, grasas saturadas, hidratos de carbono, los azúcares, las proteínas, y la sal. (queda excluido el referirse a la sal como Sodio para clarificar el lenguaje). Además de ello, estos valores deben presentarse cada 100gr o cada 100 ml, dependiendo de los productos. El fin, es la de poder comparar la mayoría de productos en función de las necesidades del propio consumidor. Las recomendaciones nutricionales también han de mostrarse.
– Información sobre fechas. Sigue siendo obligatorio para todos los productos la fecha de caducidad y la de consumo preferente. Dos términos clave, es este aspecto son las nuevas fecha de congelación y descongelación. “Congelado en “es obligatorio para la carne, el pescado no transformado y productos cárnicos, mientras que “Descongelado en” lo serán en todos aquellos que antes de poner en el estante hayan sido descongelados y así, evitar que la descongelación no afecte al consumidor.
– Origen de la Carne: Actualmente es obligatorio ver la procedencia de la carne vacuna pero a partir de ahora podremos verla también de la carne de cerdo, aves de corral, cabras y ovejas tanto i se vende fresca, como congelada o refrigerada.
– Los embutidos. también ellos tienen una tarea concreta, en esta nueva normativa. Deberán informar al consumidor si el envoltorio es comestibles o no.
– Los alérgenos también cobran parte importante en esta nueva normativa. Consumidores con intolerancias o alergias concretas van a poder comprar más tranquilos, ya que los componentes susceptibles de provocar alguna reacción deben ser más visible con una tipografía diferente para facilitar su conocimiento.

Estamos seguros que para todos los consumidores estos avances en comunicación suponen un gran paso. Y para la Industria alimentaria, y en particular para la Industria Cárnica, una clara oportunidad para demostrar la calidad de todos los productos y la confianza con sus clientes. ¿Qué os parece?