¿MERIENDA TRADICIONAL O INDUSTRIAL?
Da igual los años que tengas, si 20 o 40, te planteamos una pregunta: ¿Cúal era tu merienda más repetida? casi todos respondemos lo mismo; el bocadillo.
Es así, porque los datos nutricionales de la merienda tradicional representada por el bocadillo de jamón y tomate o el sandwich de jamón cocido con queso junto con una pieza de fruta, nos hace confirmar que las meriendas tradicionales son las más nutritivas y las más adecuadas para nuestra salud, y también para nuestro bolsillo frente a la bollería industrial.
La merienda típica está cargada de altos porcentajes de macronutrientes, vitaminas tipo B, minerales, cereales y fruta… , mientras si elegimos una merienda basada en productos más procesados industrialmente, obtendremos un contenido graso mucho mayor, peor perfil lipídico y además, una gran cantidad de azúcares sencillos.
Hoy tenemos a nuestra disposición una amplia gama de productos cárnicos con bajo contenido en grasa y sal, adecuados a las necesidades de los diferentes grupos de población, así como a requerimientos nutricionales específicos de determinados colectivos. Esta gran variedad de productos hace que podamos crear meriendas y tentempiés diferentes según nuestras apetencias y nuestras necesidades.
¿Te has parado a pensar que contiene una merienda de un bocadillo de jamón y tomate junto con una manzana y un vaso de leche? Pues en una sola comida tienes una ración de proteínas, cereales, lácteos, hortaliza y fruta. Ahora sí, lo tenemos claro; las meriendas tradicionales son las mejores.
Nosotros somos de la quinta del bocadillo ¿Lo eres tú también?
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