Parece que la Navidad llama cada vez más fuerte a nuestra puerta. El turrón y los villancicos en el supermercado, las bajas temperaturas por las calles y el afán por comprar que se respira en las tiendas, hasta parece que van a desaparecer los productos. Pero en otoño hay que darle a los frutos secos, y no sólo en otoño, sino durante todo el año.
Es normal ver en alguna esquina de las ciudades, el típico puesto de la castañera, con ese olor que desprende a brasas y a madera. Aficiónate a la castaña o a las nueces, que también se consumen bastante en esta época. Nueces, almendras, castañas…cualquier fruto seco, además son perfectos para la memoria.
Ingredientes:
– Un pollo entero
– 2 naranjas y 1 limón
– Frutos secos (sobre todo nueces)
– Sal, vino blanco y aceite
Preparación:
Pongamos en una bandeja el pollo, con piel y todo que después esa parte cuando esté tostada es una maravilla comerla. Añadimos las naranjas a la mitad y el limón dentro del pollo. Los frutos secos (o crudos) los podemos añadir antes o durante el horneado. Ponemos el horno a 200 grados mientras se calienta y después metemos el pollo. Una vez dentro, lo rociamos con vino y zumo de naranja justamente a mitad de horneado. Ahí es cuando podemos añadir también los frutos secos para que no se nos quemen. Tras 40 minutos en el horno (lo podemos ir controlando), sacar y disfrutar, ¡ay esa piel crujiente!
Si eres judío (o si no te gusta el pollo), el cuarto jueves de noviembre se celebra ThanksGivingDay por lo que el pollo se puede sustituir por pavo, ¡qué polifacéticos somos en Tello!