Nuestro asesor gastronómico, el chef Erlantz Gorostiza, no deja de compartir con nosotros recetas ricas y fáciles de preparar como este pollo salteado con salsa de mostaza que tiene una pinta estupenda. Ideal para añadirlo a nuestros menús semanales.
Desde luego, es una forma genial de empezar nuestro año gastronómico, aunque no es la única. En nuestro blog puedes encontrar un montón de recetas con su firma como este peculiar sándwich gitano, esta fricasé Santi Santamaría o este solomillo ibérico asado con bacon. Y todo elaborado con los mejores productos Tello, claro.
Pero vayamos con el plato de hoy que seguro que estás impaciente. ¡Que aproveche!
Ingredientes:
- 1 kg. de muslos de pollo Tello deshuesados, sin piel
- 100 g de cebolleta picada
- 150 g de txakoli o vino blanco
- 30 g de mantequilla
- 1 l. de caldo de carne
- 150 g de nata
- 30 g de mostaza de Dijon
- 10 g de zumo de limón
- Sal y pimienta
- 1 cucharada sopera de cebollino picado
Para acabar la salsa:
- 10 g de mostaza en grano
- 40 g de mantequilla fría en dados
Elaboración:
Para empezar, colocamos el litro de caldo en un cazo y lo reducimos a 300 g. Después, cortamos los muslos de pollo Tello en tiras de unos 6 centímetros de largo por de ancho. Salpimentamos el pollo Tello y lo salteamos a fuego vivo con dos cucharadas soperas de aceite de oliva en una cazuela baja antiadherente. Lo retiramos y lo reservamos.
A continuación, sudamos la cebolleta con la mantequilla en la misma cazuela durante 6 minutos más hasta que quede bien pochada. Agregamos el txakoli o vino blanco y lo reducimos a seco. Mojamos con el caldo reservado y reducimos todo a un tercio de volumen.
Después, añadimos la nata, los 30 gramos de mostaza de Dijon y el zumo de limón. Reducimos durante 3 minutos a fuego medio, le agregamos la mostaza y el pollo reservado y lo cocemos a fuego medio durante 5 minutos más.
Acabado y presentación:
Ligamos la salsa con los 40 gramos de mantequilla fría fuera del fuego hasta que quede untuosa y brillante. Rectificamos de sal y pimienta, espolvoreamos con cebollino picado y lo servimos. ¡Riquísimo!
El truco del chef:
El pollo puede estropearse con facilidad. Por eso, si vemos que no vamos a cocinarlo en unos días lo mejor es congelarlo crudo. Y si nos hemos descuidado y está un poco “tocado”, debemos lavarlo bien en agua fría y asarlo o guisarlo disimulándolo con bien de aderezos.