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Gastronomía
Muchas veces una fabulosa pieza de carne se echa a perder por tener un grado de cocción inadecuado. Aquí vamos a recomendarte el tiempo de preparación para cocinar la carne roja en función de tus gustos manteniendo la textura y sabor.
La industria cárnica nos ofrece gran variedad de productos, uno de los preferidos por los enamorados de la carne es la carne roja, por ejemplo la ternera, que ofrece diferentes piezas como el solomillo, lomo alto, entrecote, etc. Existen tantos puntos ideales para hacer una buena carne como comensales vayan a degustarla. Cada persona es un mundo y tiene sus gustos en materia de alimentación. Pero sí que existen ciertas “normas” sobre cómo queda una carne y cuantos grados de cocción existen.
Los más aficionados a la carne seguramente la prefieran casi cruda o a la inglesa, con un interior sangrante y muy rojo, de consistencia blanda y una textura muy jugosa. Esta forma de prepararla es ideal, por ejemplo, para grandes chuletones, y suele ser muy apreciada por los gourmets de la carne. Este tipo de carne se prepara mejor a la parrilla o a la plancha y dependiendo del punto de crudeza preferido por el comensal la temperatura interior debe oscilar entre los 40 º y los 48º.
La carne estará poco hecha o sangrante cuando el interior esté rojo y con algunas gotas de sangre, aunque la superficie sea firme, el interior debe ser blando y mantener una temperatura entre 50° y 55º. Es un ligero cambio con respecto a lo anterior y suele ser el punto de preparación preferido por quienes son reacios a degustar la carne “cruda”.
El término medio o al punto presenta a la carne con un corte rosado en su parte central, una textura algo menos jugosa y una superficie firme y consistente. La temperatura interior entre 60º y 65º. Algunos consideran esta la forma más saludable de consumir la carne ya que se entiende que a partir de los 60º comienzan a destruirse los posibles microorganismos dañinos.
Ahora la elección depende de cada cual. Bon appétit.