En Tello nos encanta comer de temporada. Además de ser una forma genial de variar nuestras recetas entre estaciones, también es una manera perfecta de ayudar a nuestro entorno a mantenerse sano y en forma. Cada vez que elegimos alimentos de temporada estamos favoreciendo a los pequeños productores y probablemente, a aquellos estaremos consumiendo productos de cercanía. Vamos, que todo  son ventajas.

Y con el verano, también llegan algunas de las frutas y verduras más esperadas del año. A nosotros nos encantan porque además de estar riquísimas, son perfectas para acompañar a nuestros productos cocidos, tanto los más tradicionales como nuestros jamones cocidos o los de ave como los de nuestra gama Sano, sano, que son tan ligeros que vienen perfectos para cuidar la línea en esta época del año. 

¿Quieres que hagamos un repaso por las frutas y verduras más apetecibles? 

FRUTAS

La sandía es una de las reinas del verano. Comerla de postre, a media mañana, en polo, en batidos o cocinada en una sopa con curry y queso azul siempre es una delicia :)

El melón, como la sandía, casi siempre lo comemos en formato postre. Pero puedes usarlo en las ensaladas con queso feta, en formato sopa con leche de coco y lima o con jamón serrano Tello. Mmmm… riquísimo. 

Los melocotones, las nectarinas o los paraguayos también están en su mejor momento en verano. Y para disfrutar de ellos nada como echarle imaginación y hacer un gazpacho o en una de esas sangrías fresquitas que tanto te gustan.

Las ciruelas son ideales para comerlas en una receta con vino y mascarpone, por ejemplo, o para acompañar carnes como nuestros lomos y solomillos.

Y por último, las cerezas. Que siempre están riquísimas si te las comes sin acompañantes. Pero que también puedes utilizarlas en salmorejos o sopas de tomate para darles un toque diferente.

VERDURAS Y HORTALIZAS

Si la sandía es la reina del verano, el tomate es el rey. Y además, tenemos la suerte de que están de temporada junto al pepino y el pimiento, lo que nos lleva irremediablemente a comerlo en el plato veraniego por excelencia: el gazpacho. Pero recuerda que también está riquísimo en ensaladas, en salmorejos o rellenos de carne al horno. ¡Qué variedad!

El pepino puede acompañar al tomate siempre que quieras. Pero también puedes comerlo por separado y mezclarlo con garbanzos en una ensalada o triturarlo con un yogur de cabra y menta para conseguir un plato sorprendente.

El pimiento también está en su mejor momento de sabor. Pero si no te sienta bien crudo, puedes probar a comerlo cocinado en un arroz meloso, en un pisto manchego o al vapor para compartir protagonismo con una patatas aliñadas.

Y para acabar, los calabacines y las berenjenas que también son de lo más veraniegos. Los primeros los puedes usar salteados con pasta o como espaguetis en una receta con ajo y guindilla. Las segundas seguro que te encantan rellenas, en tortilla o fritas con miel. Y si quieres comerlos juntos, una lasaña de carne y verduras siempre es una opción brillante.

El verano es una época genial para cocinar platos ricos. Así que… ¡manos a los fogones!

A los niños les gusta muchísimo la pizza y también pasar tiempo con su familia haciendo cosas divertidas. ¿Y a quién no? Por eso hoy queremos enseñarte esta riquísima receta de pizza que hemos encontrado en el canal de Paulina Cocina para que, además de disfrutar comiéndola, toda la familia se lo pase en grande cocinándola. Es tan fácil de preparar que ni siquiera necesita horno. Con una sartén y una tapadera será más que suficiente :) 

¿Quieres ver cómo se hace? Vamos con ello. Pero antes, recuerda que también hemos publicado recientemente esta receta de tarta de manzana y miel o estos sándwiches de jamón monstruosos que seguro que también os pirran. 

Ingredientes

  • 1 ½  taza de harina
  • 1 cucharadita de levadura química
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 11 cucharadas de agua
  • Salsa de tomate
  • Queso mozzarella
  • Jamón York Tello
  • Orégano

Elaboración

Antes de nada reunimos todos los ingredientes que vamos a necesitar. 

Para la masa, ponemos todos los ingredientes secos en un bol y los mezclamos bien: la harina, la levadura química y la sal. A continuación, agregamos los líquidos: el agua y el aceite. Y volvemos a mezclarlo todo.

Si os queda demasiado líquida podéis añadir un poco más de harina. Y si os queda demasiado seca, un poco más de agua. El objetivo es que el resultado sea una masa con humedad que no se pegue en los dedos. 

Después amasamos durante un par de minutos y la dejamos reposar entre 5 y 10 minutos. Así la masa estará más maleable y suave, perfecta para cortarla en dos y empezar a extenderla con un rodillo para darle una forma circular.

A continuación, ponemos la masa en una sartén a fuego lengo y presionamos con los dedos para hacer un pequeño borde alrededor.

Mientras mantenemos la masa a fuego lento, añadimos la salsa de tomate, el queso mozzarella, el Jamón York Tello (o cualquiera de nuestros riquísimos toppings) y un poco de orégano.

Por último, le ponemos la tapadera a la sartén para que se derrita bien el queso. Mejor si tiene agujeritos, así evitaremos que el vapor se condense y moje la masa. Y después de algunos minutos, cuando notéis que la masa ya está crujiente… ¡ya tendréis vuestra pizza!

¿En qué se diferencia esta pizza de las que hacemos en el horno?

La única diferencia es que los bordes no quedan tan crujientes como en el horno. Notaréis que están tan esponjosos como el resto de la masa por lo que es ideal para que los niños puedan masticarla sin problemas :)